En los últimos años en los
sistemas de abastecimiento de agua, se ha dado énfasis a los problemas
relacionados con el uso eficiente del agua. Eso implica el desarrollo de
procesos destinados a la reducción de la cantidad de agua empleada en las
diferentes actividades de los sistemas; por lo tanto la pérdida de agua es un
tema de relevancia porque el agua es un recurso limitado y no siempre
disponible.
En los sistemas de agua son
frecuentes las pérdidas en los diferentes componentes y corresponden a los
volúmenes de agua de captación, tratamiento, almacenamiento y distribución,
bien sea, por fugas visibles y no visibles, reboses, volúmenes utilizados en
los procesos de tratamiento y conexiones y sustracciones ilegales de agua de
los sistemas, además de las pérdidas de dinero en el sistema comercial por
deficiencias en los sistemas de facturación, cobro y recaudación.
Los errores de medición
representan un importante componente de las pérdidas de agua causadas por la
imprecisión de los equipos y determinan la calidad y eficiencia de la medición
afectando la evaluación de las cantidades de agua en la red de distribución. La
ausencia de medición en una red, priva a la empresa y a la comunidad de
elementos esenciales para la gestión técnica y económica del servicio.
En numerosos sistemas de agua de
América Latina, la desproporción entre el agua captada y distribuida contra la
cantidad de agua realmente consumida por la población, determina ineficiencias
considerables en la prestación del servicio, generando inequidad y baja
accesibilidad para la población. Las causas son múltiples: fallas en la
infraestructura, débil administración y mal uso de los usuarios.
Una
red hidráulica ineficiente trae como consecuencia escasez de agua potable a
distintas zonas del país y desbarajustes presupuestales que agravan el problema
todavía más.
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